Bienvenidos al neuromarketing: de racionales tenemos poco

By Julia Macía

Todos hemos escuchado a lo largo de nuestra vida la famosa frase de Aristóteles, que decía que “El ser humano es un animal racional”. Pero, ¿somos tan racionales como pensamos? ¿Somos realmente los consumidores los que de forma consciente tomamos nuestras decisiones de compra? ¿O existe una parte más irracional que está moviendo nuestras acciones y decisiones?

Desde pequeños hemos aprendido, gracias a los conocimientos otorgados por el mundo de la medicina, que nuestro cerebro se divide en dos hemisferios: el izquierdo y el derecho. A grandes rasgos, el primero es el encargado del lenguaje y del habla. Mientras que el hemisferio derecho se asocia a nuestras emociones y sentimientos. Por ello, se asocia la parte izquierda con los comportamientos racionales y lógicos y con la toma de decisiones. Mientras que, el derecho está asociado con la parte más imaginativa e impulsiva.

representación de neuromarketing
-by Robina Weermeijer-

Pese a esto, gracias a un estudio realizado en el Mind Institute de Harvard, han descubierto que el 95% de nuestras decisiones de compra las tomamos de manera inconsciente. Y que, por lo tanto, aunque haya que contradecir a Aristóteles, no somos tan racionales como pensamos.

Es en este punto donde entran en juego nuevas tendencias de marketing como es el Neuromarketing.

Pero, ¿qué es entonces el neuromarketing?

A grandes rasgos, podría definirse como la ciencia que se encarga del estudio del proceso de compra y, especialmente, del proceso de toma de decisiones por parte de los consumidores, tanto de los actuales como de los futuros. Es decir, busca comprender mediante diversas técnicas, cuales son los niveles de atención de una persona a diferentes estímulos y cómo reacciona ante ellos.

Aunque pueda sonar un poco futurista, el neuromarketing en ningún momento pretende manipular las decisiones de compra de nadie. Si no que, busca comprender más y mejor a las personas y a sus decisiones.

¿Cuáles son los principales tipos de neuromarketing? Explicados con tres simples ejemplos

Neuromarketing Auditivo

El neuromarketing auditivo es la ciencia que estudia la reacción del cerebro ante estímulos auditivos. Veámoslo con un ejemplo:

Seguro que tú también has visto alguna vez algún anuncio de chocolates Valor, pero, ¿alguna vez te habías dado cuenta de lo potenciado que esta el sonido “crac” de la tableta de chocolate al partirse? Pues fíjate en este pequeño spot publicitario:

Esta práctica tan simple de potenciar ciertos sonidos, asociándolos con la marca, es lo que se conoce como neuromarketing auditivo.

Otro ejemplo muy común sería el distinto tipo de música que ponen en un supermercado dependiendo de la cantidad de gente que haya en el mismo. Por lo que, si hay mucha gente ponen una música más rápida y si hay menos ponen una música más relajante.

Neuromarketing Visual

Esta práctica del neuromarketing se centra en el sentido de la vista y como un consumidor responde, por ejemplo, cuando ve un anuncio. Es una práctica muy común ya que está científicamente comprobado que las imágenes llegan antes al cerebro.

Es por ello, que el neuromarketing visual se centra en estudiar de qué forma influyen en el consumidor aspectos como la imagen, el color o el tamaño a la hora de tomar una decisión de compra.

Un ejemplo del neuromarketing visual serían las distintas iluminaciones con las que juegan en una tienda a la hora de exponer los productos. Dejando de esta manera algunas partes más oscuras e iluminando otras.

Neuromarketing Kinestésico

Este último grupo engloba todas aquellas técnicas que afectan a los sentidos del olfato, el gusto y el tacto.

No sé si a ti también te sucede que asocias ciertos olores con una determinada tienda o espacio. Esto fue exactamente lo que hizo la popular cadena Dunkin Donuts, la cual es conocida por sus famosos donuts, pero no tanto por sus cafés. Para ello crearon una experiencia sensorial que consistía en esparcir el aroma a café en los buses cuando sonaba la canción de Dunkin Donuts en la radio. ¿Los resultados? Un incremento de las visitas a sus tiendas en un 16%. Y si no te lo crees no tienes más que ver este video:

Por lo tanto, y aunque no me guste contradecir a nuestro querido Aristóteles, espero que te haya picado un poco el gusanillo de la curiosidad y hayas entendido un poco mejor que al fin y al cabo no somos tan racionales como pensamos.