Todos los días del año actuamos de manera irracional, pero sin duda alguna, el día del Black Friday se lleva la palma.
Para quien todavía no lo sepa, el Black Friday es una celebración que tiene su origen en Norteamérica y que se celebra el día después de acción de gracias. No sé si has tenido la ocasión de vivir esta celebración en directo, pero personalmente la describiría como una auténtica locura. Aunque si no me crees te invito a que lo veas con tus propios ojos:
Durante el día de Black Friday las tiendas de todo el país ofrecen descuentos en cientos de productos. Es por ello, que algunos consumidores optan por hacer largas colas delante de las puertas de sus establecimientos preferidos para ser los primeros en entrar y llevarse las mejores gangas. Esta tradición ha comenzado a extenderse por el resto de países en los últimos años.
En el caso de España, llegó en el 2012 cuando se eliminó la regulación sobre los períodos de rebajas. De acuerdo con el banco Cetelem los españoles nos gastamos durante el 2019 una media de 261 euros en este día, aunque se espera que esta cifra se vea algo reducida durante este 2020.
Pero, ¿cuál es el problema con el Black Friday? ¿Qué es lo que hace que perdamos la cabeza y acabemos comprando objetos que no queríamos?
El efecto Halo
Este término conocido en el mundo de la psicología fue acuñado por Edward Thorndike. Hace referencia a la tendencia a definir el conjunto de la imagen de una persona basándonos únicamente en uno de sus rasgos. Por ejemplo, si una persona es amable, consideramos que también es responsable y que respeta la ley.
Pero, ¿qué tiene esto que ver con el Black Friday?
Durante este día, los consumidores asumimos que al encontrarnos en un día de descuentos todas las ofertas van a ser increíbles. Por lo que, al final, terminamos comprando objetos que no son tan baratos como pensábamos.
¿Qué son otros 20 euros cuando ya nos hemos gastado 400?
Está científicamente comprobado que a los consumidores nos duele gastar dinero, aunque no siempre ni en todas las circunstancias. Y es que, estudios de neuroeconomía han demostrado que comprar puede activar el centro de dolor del cerebro.
El problema es que durante el Black Friday muchos consumidores aprovechamos para comprar aquellos productos que son más caros como un nuevo televisor, un nuevo ordenador o ese bolso de diseño con el que llevamos soñando desde hace meses.
Lo que sucede es que cuando nos hemos gastado una cantidad muy grande de dinero en un producto no nos cuesta tanto comprarnos el siguiente producto ya que se reduce la percepción de dolor que sentimos al pagar. Esta teoría fue demostrada por Daniel Kahneman , ganador del premio nobel de economía, el cual demostró cómo en un primer momento los consumidores no disfrutan perdiendo dinero. De todos modos, una vez perdemos una parte de nuestro dinero, nuestra aversión a perder el resto es cada vez más pequeña. Por lo que, según Kahneman, aquellos consumidores más cautelosos pueden acabar gastando más.
¿Qué hay de malo si todo el mundo lo está haciendo?
La sensación de culpa de un consumidor se reduce cuando se va a comprar dos pares de botas que no necesita si ve que el cliente que está delante suya en la cola se va a comprar tres abrigos y dos pantalones.
Y es que, cuando vemos que todo el mundo lo está haciendo, o mejor aún, que lo están haciendo peor que nosotros, ¿Qué problema hay?
Es verdad que este problema se va a reducir durante este año, ya que como gran parte de las tiendas se encuentran cerradas, la mayor parte de las compras se realizarán de manera online. De todos modos, son múltiples las webs que cuentan con un aviso de los productos que otros clientes se están comprando en otras partes del mundo en ese mismo momento. Y es que, ¿Por qué no me voy a comprar dos pares de botas si María desde Jaén se acaba de comprar un vestido?
Sin duda alguna, actuar de manera racional durante el Black Friday resulta cada vez más complicado. En mi caso, optaba por ignorar el teléfono móvil durante este viernes negro para no caer en compras innecesarias. Pero por si no fuese suficiente en menos de dos semanas contamos con Singles day y Cyber Monday, por lo que muchas tiendas ya han optado por alargar este período de rebajas durante toda una semana.
Y tú, ¿tienes algún consejo para comprar de modo racional durante estos días?